04 febrero 2013

Tu espalda mide
veinte besos sin respirar.
A lo mejor alguien
la puede recorrer en diecisiete.
Tu tiempo, seis meses
de puntos suspensivos.
Hoy, con los ojos llenos de vapor,
te imagino desde muy lejos.
Desde no sé qué galaxia.
Miro el reloj:
la una de la madrugada.
Esta noche, todavía convierto los años luz
en sucesiones milimétricas.
Y no soy maga.

Victoria CamachoLuque

[gracias, V.]

8 comentarios:

Laura dijo...

Me ha encantado esta manera de medir la espalda.

chris dijo...

Si...me encanta...la forma que tiene de entremezclar espacios y tiempos...crea atmósferas preciosas llenas de colores, de sensaciones donde los silencios tienen mil significados...

Lenteja dijo...

Tiempo y distancia... esas magnitudes...
Besos.Lenteja

cereza dijo...

Hay espacios que solo se pueden recorrer sin respirar. Y lugares que nos dejan sin respiración. Y tiempos de puntos suspensivos que siempre llevan a renovar la atmósfera, antes o despues.
Y vuelta a respirar.

Me encanta este poema..

Victoria dijo...

Un gusto.
:)

Besos.

chris dijo...

Hala!! ya hemos montado el club de fans!!!

Cereza, lo has bordado.

Paloma Peña dijo...

Me suena triste... distancia, lejanía, años luz convertidos en milímetros, inmensa la distancia, lágrimas, insomnio... Pocas veces más mediría esa espalda en veinte besos. Triste, sí.

arponauta dijo...

apnea sentimental.